02 agosto 2017

Jalasoft apuesta por el juego con lego para atraer a estudiantes

A diferencia de lo que ocurría hasta hace una década, hoy en día la robótica está al alcance de todos, aunque todavía se debe pagar para acceder a cursos o talleres en esta área científica, afirma Davor Pavisic, chief technical officer de Jalasoft y miembro del Consejo de la Fundación Jala.

Y como parte de sus actividades educativas, esta Fundación tiene el programa de robótica, orientado a los estudiantes de secundaria, “pero que es limitado porque no tenemos tantos robots”.

Esta Fundación compró 15 legos para su programa de robótica, cada uno a un costo de 450 dólares.

“Traemos estudiantes de colegio a Jalasoft porque nos interesa que aprendan razonamiento, programación y pasión por la tecnología, para que puedan estudiar carreras técnicas”.

Pavisic puntualiza que varios colegios del medio han optado también por adquirir estos kits para armar robots y, de esa manera, incentivar a sus estudiantes, quienes aprenden programación.

“Hace unos 10 años no había estos modelos (legos) para armar y era casi imposible hacer robótica”.

La alternativa era, según Pavisic, destripar aparatos en desuso (impresoras, por ejemplo) para conseguir piezas y motores, con los cuales se armaban robots hechizos.

Otra opción es conseguir motores de precisión de los discos duros que son desechados, que sirven para el mismo fin.

El mundo de la robótica se circunscribía solo a universitarios de carreras de ingeniería; ahora está al alcance de estudiantes de secundaria y niños de 10 años o menos, afirma Pavisic, y añade que “pueden no tener ninguna noción de electrónica, pero arman fácilmente los legos”.

Sin embargo, Pavisic reconoce que, pese a todo, la robótica no es accesible para todos. Un lego sencillo llega a costar en el mercado 200 dólares, monto que no todos los padres pueden pagar.

¿CÓMO APOYAR?

Una forma de incentivar y desarrollar la robótica en el país es que los centros educativos adquieran robots para que sus estudiantes experimenten desde temprana edad, en primaria y secundaria, esta área científica, antes de llegar a la universidad, puntualiza Pavisic.

Las unidades educativas que no cuentan con muchos recursos económicos podrían acudir a estudiantes universitarios, quienes pueden “fabricar” robots a costos accesibles.

El experto subraya que a los niños que tienen aptitud para la robótica se les debe facilitar los principios básicos de programación y brindarles los materiales necesarios con el fin de que experimenten solos “y hagan lo que su creatividad les permita”.

Pavisic advierte que si no se dota de las herramientas necesarias a los niños y jóvenes que tienen talento para la robótica, lo más probable es que ellos salgan del país en busca de oportunidades.

Considera que la robótica será fundamental en la próxima década para el desarrollo de la sociedad, porque cada vez más máquinas son programables, desde equipos médicos hasta industriales.

FERIA ROBÓTICA

La Fundación Infocal es otra institución técnica que ha incursionado en la robótica industrial, especialmente en lo que se refiere a las aplicaciones prácticas, asegura el decano Antenor Flores.

Destaca que la robótica tiene muchas áreas de aplicación, desde la industrial hasta la fabricación de prótesis para las personas con alguna discapacidad.

Para incentivar a sus estudiantes y a otros de diferentes centros educativos, Infocal organiza desde hace tres años la Feria de la Robótica, que sirve como vitrina para que puedan exponer sus trabajos.

En la última versión de la Feria de la Robótica, realizada hace un mes, se presentaron estudiantes de colegios y universidades de Cochabamba, El Alto, Sucre y Siglo XX, entre algunos.

Flores señala que entre los trabajos más destacados de la Feria de la Robótica puede mencionar un programa para facilitar la comunicación entre sordomudos, desarrollado por la Universidad Siglo XX, mediante un guante que reconoce el lenguaje de señas y lo convierte en palabras, como texto.

Asimismo, un exestudiante de Infocal, y ahora docente, diseñó como proyecto de grado un robot humanoide y actualmente desarrolla un brazo robótico para discapacitados.

Elías Nina, técnico superior en electrotecnia industrial asegura que con su proyecto quiere beneficiar a las personas que no tienen muchos recursos económicos y que necesitan una prótesis.

La prótesis que desarrolla estará lista, según sus cálculos, en un par de meses. Para eso requiere una persona con la que pueda hacer las pruebas que se requieren para afinar los detalles.

Nina, de 27 años, empezó a fabricar esta prótesis en octubre de 2016 y lo que más tiempo le está tomando es el mejoramiento del diseño mecánico y la posibilidad de colocarle un guante.

Prevé que el costo final de esta prótesis será de 1.500 bolivianos.

Para la fabricación de este brazo robótico invierte de sus ahorros.

Asegura que si tuviera un soporte económico y material, por ejemplo una impresora 3D, ya hubiese terminado de fabricar la prótesis, porque podría trabajar en su casa.

Considera que el factor económico se convierte en una limitante grande para la investigación y desarrollo de la tecnología.

Para avanzar en su proyecto debe esperar su sueldo, pero a veces tiene gastos imprevistos y se ve obligado a postergar el avance de su trabajo.

“Ahora estoy tratando de ahorrar para comprar el guante que cuesta unos 90 dólares”.

Desarrollo

Davor Pavisic, de Jalasoft, afirma que en los últimos años se dio en el país un boom de la robótica, área científica que está presente en la vida cotidiana, por lo cual es difícil que podamos prescindir de ella.

Objetivo

Infocal busca, además de incentivar el conocimiento de la robótica y el desarrollo tecnológico, mostrar a la sociedad los trabajos de los estudiantes mediante ferias especializadas.



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