02 agosto 2017

Niños genios se inspiran en Iron Man y otras películas sobre robots

Las películas de Iron Man y Transformers lo inspiraron. Cuando vio estos filmes de acción en la pantalla gigante soñó con fabricar su propia mano. Y lo consiguió gracias a su empeño y el apoyo de su padre Gonzalo.

Se llama Leonardo Viscarra, tiene 14 años, y es considerado un genio de la robótica. Hasta la fecha, además de la prótesis que hizo para él, fabricó otras 12 para niños con alguna discapacidad física.

Leonardo nació con el Síndrome de la banda amniótica, diagnosticada por los médicos, que no le permitió desarrollar parte del antebrazo izquierdo.

El padre de Leonardo asegura que él fue recibido con mucho afecto en el seno familiar, no ocultaron su discapacidad y su hijo nunca se dio por vencido, cuando vivía en Santa Cruz, pese a que tenía que lidiar con las burlas de sus compañeros al ingresar al kínder.

Leonardo, quien nació el 24 de octubre de 2002, señala que al ver que el protagonista de Iron Man, Robert Downey Jr, se convertía en una especie de robot, él se imaginaba poder contar con una mano robótica.

Leonardo rescata que él fue siempre un niño muy curioso desde pequeño. “Cuando caía en sus manos un juguete a control remoto lo destrozaba con una piedra para ver cómo funcionaba por dentro”, señala su padre.

Leonardo tomaba el equipo de soldar de su padre y con este arreglaba el control remoto de la televisión y otros aparatos de su hogar.

En una de sus vacaciones, cuando llegó a Cochabamba, su padre lo inscribió en el instituto Sawers, donde empezó a demostrar su gran interés y habilidad por la robótica.

Una vez que se había inscrito en Sawers, “Leonardo no paró más y se inmiscuyó tanto en sus clases que en una semana ya había hecho un robot”.

El siguiente paso lo dio cuando presentó a sus profesores en Sawers un proyecto para fabricar su mano robótica. Y pudo plasmar su diseño gracias a que este instituto contaba con una impresora 3D.

PARA OTROS

Con el fin de financiar y fabricar prótesis para personas que tienen algún grado de discapacidad, la familia Viscarra apunta a conformar una fundación, para lo cual realiza reuniones preliminares con algunos padres de familia, en un grupo de ayuda.

El objetivo principal de la fundación será la fabricación de prótesis para personas con discapacidad, si es posible en forma gratuita, “porque nadie está libre de sufrir un accidente o nacer con alguna malformación”.

El padre de Leonardo, Gonzalo, señala que por el momento no han recibido el apoyo suficiente de las autoridades o entidades públicas, y lo que se ha logrado hasta la fecha es con el esfuerzo de la familia y empresas privadas.

La familia Viscarra logró adquirir tres impresoras 3D. Para comprar una de ellas, en 800 dólares, realizaron una colecta entre parientes, y un concierto de piano.

Otra impresora, de 1.500 dólares, les fue donada por una persona que prefirió no dar a conocer su nombre, y la tercera llegó por iniciativa de ENTEL, la cual tiene un precio de 4.000 dólares.

Lo que ahora requiere esta familia es comprar el material para fabricar las prótesis, debido a que hay una gran demanda de prótesis para manos.

La familia tiene entre manos un proyecto ambicioso, conseguir una máquina para reciclar las tapas de refresco porque están hechos de PLA, el plástico con el que se fabrican las prótesis.

Leonardo trabaja ahora en una prótesis mioeléctrica, que funciona con electrodos que se colocan en los músculos.

Una de estas prótesis puede llegar a costar hasta 40 mil dólares, pero el reto de Leonardo es hacer uno en 200 dólares.

OREJAS DE GATO

Elyn Maya Mamani, de siete años, fue la sensación con sus orejas robóticas de gato en la última Feria que se realizó en la Fundación Infocal y ahora quiere ir por más. Ella y su padre, Édgar Eusebio Mamani, tienen planificado diseñar y fabricar un exoesqueleto para las personas que tienen alguna dificultad con sus miembros.

La niña, quien ya obtuvo un par de medallas por sus proyectos en robótica cuando participó en las Olimpiadas Científicas Plurinacionales, señala que para la última versión de la Feria de la Robótica, quería fabricar una prótesis, pero no le alcanzó el tiempo para hacerlo.

Su padre, estudiante de ingeniería electrónica, considera que Elyn Maya no tenía el tiempo suficiente para fabricar el exoesqueleto, además que para su edad tiene mucha complejidad.

Por eso decidió presentar las orejas de gato robóticas, que se mueven en forma autónoma gracias a sus servomotores, arduinos y otras piezas fabricadas en una impresora 3D.

El padre de Elyn Maya explica que las orejas robóticas son un principio de la robótica, para luego diseñar prótesis y robots.

Maya también se inspira en las películas protagonizadas por robots. Recuerda que en más de una oportunidad quemó los equipos de su padre por intentar fabricar su robot propio, deseo que todavía mantiene latente.

Además de las orejas de gato, la niña que estudia en el colegio Eugenia Ravasco presentó otros proyectos en las Olimpiadas Científicas estudiantiles.

Su primer proyecto con el que ganó una medalla fue la casa inteligente, que tenía dos sensores, uno para controlar la temperatura y otro para ver si era de día o de noche.

En caso de que la temperatura subiese, el arduino ordenaba el encendido de los ventiladores, y si este sistema detectaba que era de noche, se encendían las luces.

Ganó también una medalla con su proyecto Reciclabot, un robot que recicla, de forma separada plástico, papel y orgánicos.

“Hice este proyecto para no contaminar la Madre Tierra y hacer que todos estén a salvo”, puntualiza la niña.

Prótesis

Leonardo Viscarra tiene 14 años y diseñó 12 brazos robóticos que entregó a un número igual de niños con algún grado de discapacidad.

Exoesqueleto

La niña que causó sensación en la Feria Robótica con sus orejas robóticas, Elyn Maya Mamani, quiere diseñar un exoesqueleto.

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