02 agosto 2017

Genios de la robótica crean, pero se sienten huérfanos de apoyo

Leonardo Viscarra logró crear una prótesis, Esteban Quispe se hizo conocido gracias a que diseñó y fabricó el Wall-E boliviano y Elyn Maya Mamani llamó la atención, en la última Feria de la Robótica realizada en Cochabamba por la Fundación Infocal, con sus orejas de gato.

Estas tres personas tienen dos cosas en común: su talento y pasión por la robótica, y la falta de recursos económicos para desarrollar con más celeridad los proyectos que tienen en mente y aquellos que están en pleno proceso de fabricación.

Esteban Quispe tiene 19 años, nació en La Paz, y armaba robots desde que tenía ocho, con piezas que encontraba en el botadero de Patacamaya.

Cuando contaba con 11 años armó un auto fantástico a escala con una vieja plancha y otras piezas que encontró en la basura.

Pero, como siempre le faltaba dinero para desarrollar sus proyectos, tuvo que vender sus robots para conseguir recursos económicos.

Entrevistado por el canal argentino El Trece, el joven genio relató que tuvo que recurrir a la basura para buscar transistores, latas y plástico.

Tras ingresar a estudiar la carrera de ingeniería mecatrónica en la Universidad Católica, Esteban se había fijado un nuevo reto, fabricar un robot para cavar y cosechar la papa de la chacra de sus padres, sin dañar el tubérculo.

Leonardo Viscarra, el adolescente de 14 años que diseñó su propia prótesis, asegura que falta apoyo para desarrollar la robótica, por lo que su padre debe tomar dinero de su ahorro para comprar el material que necesita.

El primer gran proyecto que realizó es la mano robótica para él, y desde enero de este año entregó 12 prótesis a niños con alguna discapacidad.

Leonardo asegura que le gusta ayudar a la gente y confiesa que se emociona mucho cuando entrega prótesis a niños que no tienen muchos recursos económicos. Hasta el momento ha tenido que recurrir al dinero de su familia para fabricarlas.

Asimismo, el técnico en electrotecnia industrial, Elías Nina, de 27 años, desarrolla una prótesis robótica, pero lamenta que no pueda avanzar en su proyecto como quisiera por las limitaciones económicas.

“Muchos de ellos no tienen el material necesario ni recursos económicos para sus proyectos”, reconoce el presidente de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba, Javier Bellott.

En la misma línea, el decano de la Fundación Infocal, Antenor Flores, afirma que la robótica requiere de una inversión “bastante fuerte”, toda vez que para armar un pequeño carro de competición se debe invertir entre 250 y 300 bolivianos, dinero que no todos los estudiantes tienen.

Flores considera que el factor económico es una limitante para estudiantes talentosos en robótica, porque no pueden comprar motores, sensores, baterías o placas de control, y menos los legos para armar los robots.

Davor Pavisic, chief technical officer de Jalasoft, señala que la robótica no es todavía accesible para todos, porque los legos son caros para las familias y aquellas herramientas más accesibles son demasiado complejas para la gente que no es del área.

A MUNDIAL CON

ROBOT PRESTADO

El equipo que representó a Bolivia en un mundial de robótica, en Estados Unidos, tuvo que prestarse un robot de los organizadores para su participación, informó uno de los integrantes del grupo, Alejandro Núñez.

Esta representación, integrada por cuatro estudiantes de Sucre, se ubicó entre los cinco mejores elencos de Sudamérica en la competencia desarrollada entre el 14 y 18 de julio en Washington.

Núñez, en una entrevista por vía telefónica con OPINIÓN, señaló que tuvieron pocos auspiciadores para acudir a esta cita mundial, de tal suerte que, por ejemplo, participaron en el evento con un “robot donado por los organizadores, mientras que México tenía tres kits con los cuales podía practicar mucho mejor”.

Tras conseguir lugares privilegiados en la competencia, Núñez confía en que los bolivianos que participen en otros eventos cuenten con más apoyo, porque se ha demostrado que se puede ir más lejos y obtener logros.

En su caso, la empresa Fancesa y la Universidad Mayor San Francisco Xavier pagaron sus pasajes de ida y vuelta entre Sucre y Washington, pero sus familias tuvieron que asumir los gastos de hospedaje, alimentación y viáticos.

En caso de conseguir más auspiciadores, las delegaciones bolivianas podrían ser más numerosas. En el último evento realizado en Estados Unidos, Bolivia llevó a cuatro personas, mientras que los equipos de México tenían hasta ocho integrantes.

Un próximo desafío para parte de este equipo es un campeonato latinoamericano de robótica en México, que se concretará siempre y cuando los estudiantes consigan auspicio.

El equipo que participó en el Primer Reto Global de Estados Unidos estuvo conformado por Ignacio Malpartida, Ricardo Fernández, Jhoseline Terán y Alejandro Núñez, además del mentor Said Pérez, quien es docente de la facultad de Tecnología de San Francisco Xavier.

SU TRABAJO

El proyecto que llevó el equipo de Chuquisaca a Estados Unidos fue un robot que debía identificar agentes tóxicos en el agua, para medir y cuidar la calidad de este elemento.

Los cuatro integrantes de este equipo habían participado antes, por separado, en competencias nacionales, una de ellas las Olimpiadas Científicas Plurinacionales, y fueron reunidos por Said Pérez para ser parte de un reto mayor, postular para un evento en Estados Unidos.

En las pruebas de clasificación, vía internet en el país, se enfrentaron a más de 50 equipos y se ubicaron en primer lugar para representar a Bolivia.

UNA VITRINA

Las Olimpiadas Científicas Plurinacionales que se realizan en el país se han convertido en una vitrina para los estudiantes talentosos en robótica, y en otras materias, aseguró a OPINIÓN el ministro de Educación, Roberto Aguilar, en una visita a Cochabamba.

Una de las últimas áreas que se ha incorporado a las Olimpiadas Científicas, el año pasado, es precisamente la robótica.

A decir del ministro Aguilar, este evento anual que realiza el Gobierno es un “importante incentivo” para los estudiantes que se inclinan por la robótica y se convierte en una vitrina para sus proyectos.

Aguilar señaló que la robótica es importante porque articula varias áreas científicas, como matemática y física.

Un elemento importante de la robótica, según la autoridad, es que estimula la creatividad de los niños y jóvenes, que es fundamental en su formación. “Es decir, que tengan la capacidad de crear nuevos elementos”.

Aguilar señaló que ya no se trata de aprender solo en la pizarra matemática y física, sino que se la aplique en un objeto para darle movimiento.

El Ministro explicó que en las Olimpiadas Científicas hay dos tipos de robótica, la que trabaja con componentes ya elaborados y la inventiva, en la que el estudiante desarrolla su capacidad de crear robots con materiales como pilas e imanes.

Recordó que la robótica se está ya implementando en algunos colegios, por decisión de cada uno de ellos. “En el futuro, siendo una disciplina de las Olimpiadas Científicas, se va a incorporar, si bien no como una asignatura o materia, sí como un articulador de las materias de matemática y física”.

CIUDADELA CIENTÍFICA

La Gobernación de Cochabamba tiene, en el marco de sus competencias institucionales, amplias posibilidades de apoyar al desarrollo de la robótica en el departamento, afirmó el secretario de Planificación, Filemón Iriarte Montaño.

Agregó que el apoyo se puede concretar, por ejemplo, con la implementación de plataformas institucionales que permitan a los jóvenes investigadores generar sinergias entre ellos.

Iriarte dijo que la Gobernación puede también coadyuvar a las múltiples iniciativas que surgen de los institutos o de los propios emprendedores, cuando organizan ferias u otros eventos de intercambio de experiencias y gestión de conocimientos.

Puntualizó que la robótica es un medio ineludible para mejorar los niveles de productividad y competitividad de las empresas, así como de las instituciones públicas responsables de brindar servicios básicos y sociales a la población.

Un proyecto que busca fortalecer la robótica, entre otras áreas, es la construcción de la Ciudadela Científica en Cochabamba, cuya construcción está a cargo de la Gobernación, señaló Iriarte.

Explicó que la Ciudadela Científica contará con la conectividad necesaria y estará dotada de laboratorios para facilitar a los jóvenes estudiantes y profesionales el apoyo logístico, así como los espacios de incubación para sus emprendimientos.

Agregó que la Ciudadela Científica se constituirá en un espacio articulador y agente dinamizador de los actores públicos, privados y la academia, que facilitará la investigación y desarrollo tecnológico.

En cuanto al avance de este proyecto, Iriarte señaló que se cuenta con un estudio de prefactibilidad concluido, con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo y se ha conformado el Consejo Departamental de Ciencia y Tecnología, compuesto por la academia, el sector privado y entidades públicas.

Asimismo, Iriarte señaló que la Alcaldía de Sacaba ofertó un terreno de 12 hectáreas para el emplazamiento de la Ciudadela Científica.

Complementó que se suscribió una carta de intenciones con el Gobierno de India y la Dirección General de Aeronáutica Civil para la implementación del Centro de Excelencia en Tecnologías de la Información.

No obstante, señaló que para seguir avanzando en la edificación de la Ciudadela Científica se gestiona el financiamiento para el estudio a diseño final del proyecto.

El proyecto de la Ciudadela Científica y Tecnológica está inscrito en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2016 – 2020, con un presupuesto de 100 millones de dólares, “que de alguna forma garantiza su implementación”, puntualizó.

APOYAR EL TALENTO

La Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) se siente comprometida en apoyar las iniciativas de los jóvenes talentos que han surgido en los últimos años, y busca la forma de hacerlo, afirmó el presidente de la entidad, Javier Bellott.

Agregó que la FEPC cuenta con el Observatorio de Responsabilidad Social Empresarial, instancia que “seguramente” encontrará mecanismos para apoyar a estos genios de la robótica.

Bellott dijo que se sorprendió gratamente en la última Feria de la Robótica, porque pudo observar a chicos y chicas con mucho talento, que “necesitan, definitivamente, un pequeño empujón para seguir adelante”.

El objetivo debiera ser, a decir de Bellott, la creación de tecnología propia en Bolivia, para no depender de otros países.

Y para conseguir este objetivo, se debe formar recursos humanos, que tengan más información y conocimientos para que empiecen a innovar.

El empresario señaló que la FEPC tiene dos instancias para formar a los talentos, la Fundación Infocal y la Universidad Privada Boliviana.

“Estas dos instituciones buscan desarrollar las experticias necesarias en las personas que toman iniciativas para crear tecnología en materia de robótica, que sean capaces de diseñar tecnología”.

5to lugar

Un equipo conformado por cuatro estudiantes de Chuquisaca se ubicó como el quinto mejor clasificado entre los países latinoamericanos, en una competencia mundial realizada en la capital de Estados Unidos, Washington.

Club



Para incentivar y mejorar la robótica en Bolivia, un grupo de estudiantes de Chuquisaca implementó un club que aglutina a quienes tienen interés por esta área científica.

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