30 septiembre 2013

Joven holandés crea sistema para reproducir clásicas pinturas usando una impresora 3D

Desde hace siglos, tiendas de todo el mundo venden réplicas de famosas pinturas. El modelo más usado es el de una impresión sobre papel, aunque tiene claras desventajas: la reproducción de colores no siempre es la correcta y se pierde la información sobre la técnica empleada en su creación, como los trazos hechos con los pinceles.

Ahora un joven holandés de 25 años podría revolucionar ese mercado al crear un sistema que analiza la superficie de una pintura, creando una serie de datos que, al ser plasmados con una impresora 3D, crear una copia casi perfecta del trabajo artístico.

El sistema de escaneo fue creado por Tim Zaman, un investigador y actual candidato a un doctorado sobre tomografía fototérmica en la Universidad de Tecnología de Delft, Holanda. Como parte de su trabajo académico creó una estructura que, usando dos cámaras fotográficas y un software de procesamiento, va analizando las pinturas y generando una imagen 3D de su superficie.

"Usamos un proyector pequeño y dos cámaras digitales Nikon con 40 megapixeles. Usamos las cámaras en estéreo, de forma similar a como los ojos perciben la profundidad. Esto nos permitió capturar 40 millones de puntos en cada captura", explica Zaman a Emol desde Holanda.

Con el material obtenido, el software es capaz de tener una referencia 3D sobre los puntos analizados. Así genera verdaderos mapas topográficos de la pintura, tomando también información de color. Zaman destaca el trabajo en cuadros de Rembrandt y Van Gogh (parte de la colección del Rijksmuseum en Amsterdam). "Podemos ver que ambos utilizaban la pintura como un material y esto no puede ser percibido en libros, diarios, afiches o pantallas de computador. Creemos que la impresión 3D de este tipo es el próximo paso y se volverá muy común en los años por venir", comenta.

Más allá de la textura recreada, la técnica de Zaman también permite ver la historia de la pintura y la experimentación hecha por su autor durante el proceso. Tal es el caso de "Los síndicos de los pañeros" (1662) de Rembrandt, donde el análisis del escáner demostró que el artista probó varias posiciones para el servidor sin sombrero que finalmente fue puesto en un segundo plano.

Hasta ahora los resultados han sido positivos. Ya se han impreso algunas copias, que serán mostradas en la casa de estudios de Delft, aunque el trabajo aún no está terminado: todavía falta para la reproducción perfecta.

Zaman explica que "esperábamos que las impresiones se parecieran aún más todavía. Resulta que aunque la topografía es muy importante, otros aspectos como transparencia, reflexión y las capas de una pintura también son muy relevantes. Este será nuestro foco en investigaciones futuras; nuestra búsqueda de la reproducción perfecta nos dice qué materiales usan los pintores para convencernos con su trabajo".

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