23 septiembre 2012

El Campus Party de Quito fue el escenario Ecuador muestra lo último de la robótica humanoide

Una esfera exploradora que detecta gas metano, una especie de plato volador teledirigido, un humanoide con sentimientos y un Wall-e reciclado formaron parte del concurso de robótica libre que se celebró este fin de semana en el Campus Party de la capital ecuatoriana.

Jugar “tres en raya” o robots que imitan movimientos y vehículos programados con secuencias lógicas también se presentaron en la sala de innovación del Campus, que acoge a 2.500 “campuseros”, jóvenes sedientos de tecnología.

El mayor encuentro de tecnología en Ecuador, que se extenderá hasta hoy, explotó en la jornada del viernes con la robótica, que puso en escena novedosos desarrollos innovadores de jóvenes que ven a la tecnología como la forma de vida del futuro.

El estudiante Javier Villamagua, que pertenece a la empresa Kradac, invitó a los asistentes a jugar una partida de puzzle “tres en raya” con su robot, un amasijo organizado de regletas de metal, plástico y alambres, al que no hay cómo ganarle, apenas se puede empatar.

Uno de los jugadores, humano, orgulloso advertía que la máquina no había podido ganarle, mientras su creador lo invitaba a la revancha, que no quiso. Luego, en medio del salón del Centro de Convenciones “Mitad del Mundo”, el gran complejo donde se desarrolla el Campus Party, una especie de plato volador, con cuatro rotores, empezó a elevarse ante el asombro de los curiosos.

El objeto volador describía un trayecto perfecto y un aterrizaje suave y preciso. Controlado a distancia por una “tablet”, el aparato se suspendía a cualquier altura y luego giraba hacia el sitio de su creador. “¡Wow!, genial”, atinó a decir una campusera que, feliz, describía al humanoide desarrollado por estudiantes de la Universidad Politécnica Nacional.

Era una cabeza robótica, recubierta de gel especial parecido a la piel, pintado y con bigotes, muy amable, pues responde con gentileza a preguntas básicas.

Un Wall-e “criollo”
Reciclado Un “Wall-e criollo” apareció en la pista, un robot “igualito” al de la película, pero reciclado, es decir, confeccionado con tablitas de madera, cartón, plástico y otros materiales que se pueden conseguir en los desechos.


Atracción Su lentitud y poca pintura lo delataron, aunque los campuseros no dudaron al momento de tomarse fotos con el gemelo del robot del filme.

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