03 diciembre 2013

¿Pueden las computadoras convertirse en artistas?

La Orquesta Sinfónica de Londres interpreta composiciones musicales realizadas por máquinas, Amazon vende libros escritos por algoritmos matemáticos y algunos directores escriben guiones a partir de "conversaciones" sostenidas con computadoras. ¿Están las computadoras dejando de ser una mera herramienta para convertirse en una fuerza creativa?

Se suele decir que una de las diferencias entre los seres humanos y las máquinas es el pensamiento creativo. Pero en la actualidad hay varias iniciativas que se valen del entorno para "inspirar" a las computadoras y "estimular" su creación artística.

Por ejemplo, un nuevo experimento de Volkswagen permite la composición de música a partir de la rapidez del auto y el lugar en el que se encuentre: la ciudad o el campo.

Desarrollada conjuntamente con los músicos de Underworld –quienes estuvieron a cargo de la pieza que sonó durante la ceremonia de encendido del pebetero en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012- la aplicación crea música en tiempo real para deleitar a quienes viajan en el automóvil.

"Todos hemos tenido momentos en los que escuchamos la canción perfecta en la radio cuando estamos manejando. Y ese es el momento que queremos replicar", afirma Matt Oxley, director creativo de Tribal Worldwide London, la empresa que realizó la aplicación.

Pero hay otras iniciativas que van un paso más adelante.


El pintor robot

El proyecto Lamus le "enseñó" a una computadora a escribir música clásica moderna al toque de un botón, considerando, por supuesto, las limitaciones de la intérprete, como el número de dedos disponibles para tocar notas musicales.

Sus creaciones han sido interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Londres.

Se puede argumentar que las máquinas nunca podrán equipararse con lo que puede generar el espíritu humano, pero en estos tiempos, es imposible negar que pueden copiar algunas de nuestras habilidades.

Por ejemplo, el robot pintor eDavid es un brazo controlado por una computadora que a partir de cinco tipos de pinceladas y 24 colores, crea cuadros impresionantes.

Para realizar sus creaciones utiliza una foto del tema a desarrollar y calcula los movimientos necesarios para convertir una imagen en un dibujo o una pintura en una gran variedad de estilos.

Sus creadores reconocen que la máquina no está consciente de lo que hace, pero es capaz de tomar decisiones acerca de las tonalidades y el movimiento del pincel a medida que va trabajando en la obra, ajustando sus movimientos en función de cómo va evolucionando lo que hace, en vez de hacer una imagen predeterminada.

La computadora con alma

Pero hay un programador que está tratando de llegar más lejos y afirma que las animaciones abstractas realizadas por su programa informático tienen "alma".

El proyecto de Scott Draves, Electric Sheep, utiliza la capacidad de funcionamiento de la computadora para crear imágenes que se "aparean y reproducen", lo que quiere decir que están en evolución constantemente.

El sistema, apodado vida artificial, toma como referencia la forma en la que se produce el cambio genético en biología. Draves explica que el único aspecto humano que forma parte del proceso es la escogencia de la imagen favorita.

"Quiero que la computadora me ofrezca algo inesperado. A partir de allí puedes obtener algo realmente original. No está al mismo nivel del espíritu humano, ¿pero está a niel de un ratón? ¿Es un insecto? ¿Es una bacteria? No lo sé, pero tiene chispa y también identidad propia".

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