Conocer bien el teléfono. En primer lugar es importante conocer la características del teléfono y sus posibilidades. Como con cualquier herramienta fotográfica, el conocer lo que se tiene entre manos es lo que hará saber como sacarle su máximo partido.
Luchar contra el ruido. Como temas más técnicos, el uso del zoom (digital por supuesto) supondrá una perdida de calidad en la toma al generarse un aumento significativo del ruido (fotos borrosas). Este punto es mucho más importante que el de la realización de tomas sin mucha luz, pues a pesar de que genera ruido es posible que se quiera conseguir una fotografía nocturna. Por tanto, y resumiendo, se puede decir que debido al gran ruido que generan los sensores de los teléfonos móviles, se debe intentar buscar la mayor luz posible y que más se adecue a la toma que se busca.
El uso del flash. Dicha luz puede ser tan perjudicial como beneficiosa en algunos momentos. El flash de los móviles en lugares con poca luz muchas veces puede resultar algo completamente horroroso, aunque sus posibilidades creativas, y según el trabajo, puede ser lo que se necesite. A pesar de ello no es recomendable en esas situaciones aunque si en situaciones de luz en las que se pueda usarlo como luz de relleno, para tapar por ejemplo algunas sombras de retratos.
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