20 enero 2013

La dieta digital ¿Cómo cambiar los malos hábitos?

La adicción del siglo XXI. La dependencia digital comienza a ser considerada una patología más. Se habla de "obesidad digital" y un experto en tecnología de Estados Unidos ha diseñado la primera "dieta".

TEXTOS. víctor gómez, la información.es y mamadigital.com//

¿Enciende el ordenador nada más llegar a casa sin necesidad? ¿Su vida social discurre más en Facebook que en la calle? ¿Sólo se comunica mediante sms o correos electrónicos? Usted puede ser un “obeso digital". Y, ante ello, ya han aparecido las primeras “dietas digitales”.

Uno de los mayores expertos en tecnología de Estados Unidos, Daniel Sieberg, ha publicado un libro titulado The Digital Diet (La dieta digital).

El propio Sieberg sabe de lo que habla. “A finales de 2009 me di cuenta de que por culpa de gadgets y webs que frecuentaba, o quizás por ello, había perdido el contacto con mi familia y amigos. Había sido demasiado indulgente con la tecnología y necesitaba un plan para conseguir que la tecnología trabajara para mí y no viceversa”, recordó el autor de la dieta digital en una reciente entrevista promocional.

Según el experto, merece la pena desintoxicarse: “las redes sociales facilitan el convertirse en un voyeur y si ahondamos demasiado en ello podemos terminar con sentimientos de envidia y frustración”.

Por no hablar de los riesgos físicos de la adicción tecnológica: sería imposible enumerar todos los estudios que han relacionado el exceso de tiempo delante de un ordenador con la obesidad.
LA DIETA

El experto emula a un dietista. El objetivo es llegar a una “desintoxicación” completa para luego volver a reintroducir los aparatos poco a poco, en cuatro pasos para ello, propone que se empiece por los fines de semana, eliminando todo aquel objeto que tenga que ver con la tecnología. Luego un poco más. “Sólo cuando llegues al nivel cero”, advierte el dietólogo digital, “podrás comenzar de nuevo con la utilización de estos aparatos, comenzando por no más de una hora al día”.

Su formulario es el siguiente:

SUMA UN PUNTO. Por cada ordenador portátil que tenga en su casa, por cada e-reader que suela consultar, por cada ordenador de mesa del que disponga, por cada máquina digital y por cada aparato no incluido entre los anteriores pero que precise de un cargador

SUMA DOS PUNTOS. Por cada tablet del que disponga, por cada cuenta de correo que utilice habitualmente y por cada blog o página web en la que escriba o haga comentarios con asiduidad

SUMA TRES PUNTOS. Por cada teléfono móvil del que disponga

SUME CINCO PUNTOS. Por cada servicio de sms que utilice y por cada identidad que haya creado en internet con un registro distinto.

Resultados:

24 puntos o menos. Tiene un nivel bajo de adicción a las nuevas tecnologías pero ya aparecen síntomas preocupantes que podrían derivar en problemas bastante más graves. Por ello, una dieta digital podría ayudarle reducir esos síntomas de estrés, que con toda seguridad ya está padeciendo.

25-35 puntos. Su nivel de adicción es medio, pero todavía se puede desarrollar una labor preventiva: hay esperanza. Eso sí, todo pasa por una dieta digital estricta que le ayude a recuperar una mejor salud y, muy especialmente, a aprovechar mucho más el tiempo del que dispone en su vida.

36 puntos o más. Su nivel de adicción es muy alto. Necesita ayuno digital estricto durante, al menos, una semana, según los expertos digitales. Aquí empezamos a hablar de la obligatoriedad de una desintoxicación hitech en toda regla. Pruébela: mejorará notablemente su calidad de vida, seguro.

Como cualquier otro menú para adelgazar, la dieta digital tiene cuatro pasos, pero en lugar de los clásicos desayuno-almuerzo-merienda-cena aparecen repensar-reiniciar-reconectar-reactivar.

La dieta empieza por “Repensar” el tiempo diario que se le dedica a navegar en Internet por cuestiones no laborales. Y una vez que se tiene noción de ese tiempo perdido, pensar en el tiempo que se ha perdido para pasar con su grupo de amigos, horas de sueño y de actividad física.

Lo segundo consiste en “Reiniciar”. Es la fase de “desintoxicación y se trata de alejarse de la tecnología. Sieberg propone empezar por algún día del fin de semana, después el fin de semana completo y retomar tareas de la “era anterior”, como la lectura, el deporte o simplemente, las conversaciones con amigos.

El tercer paso es “Reconectar”. Sieberg enfatiza que no es una persona “anti-tecnología”, sino que su objetivo es reasignar prioridades para poner a la tecnología un par de escalones más abajo. El tiempo razonable que se le debe dedicar a la computadora debe estar entre los 90 minutos y las tres horas.

El último paso de la “dieta digital” es “Reactivar” y está relacionado con la idea de que no podemos estar completamente aislados a nivel tecnológico. Es afianzar los tres pasos anteriores y lograr la vuelta a la vida digital.

Según el autor, el objetivo estará cumplido cuando el equilibrio entre la relación con la tecnología y la relación con las personas fluya de manera natural. “No tendré miedo a estar desconectado”, es una de las frases que el adicto deberá poder superar.

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