06 marzo 2017

Un proyector que convierte cualquier pared en táctil


Los proyectores son dispositivos útiles para disfrutar del cine en cualquier lugar, ofrecen pocas opciones realmente llamativas. Sony ha dado una vuelta a este concepto y por fin lanza al mercado su proyector: Sony Xperia Touch. Una herramienta que no solo es útil para ver películas, vídeos o contenidos en casi cualquier pared, sino que es posible interactuar con ellos a través de su haz de luz directamente con la mano.

Aunque ya lo presento en la feria de tecnología de Berlín, la conocida IFA, no se trataba más que de un prototipo.

Tal y como sucede con el concepto que ya planteaba ZTE, el proyector de Sony es básicamente un móvil Android con un proyector. De esta manera se tiene acceso a aplicaciones y funciones propias de un smartphone. Algo realmente conveniente para acceder a Netflix, Google Play Películas, YouTube o cualquier aplicación y juego de esta plataforma. Por su parte, el haz de luz lleva la imagen a cualquier superficie plana frente al dispositivo con un tamaño de 23 pulgadas. No importa que sea en horizontal o en vertical.

Es su concepto táctil lo que realmente llama la atención. Gracias a su tecnología, reconoce pulsaciones sobre la pared o la mesa sobre la que se proyecta la imagen. Es decir, convierte un trozo de madera o de yeso en una superficie táctil. Y lo hace de forma realmente sensible y ágil. Tanto que parece una pantalla táctil real.

Juegos, películas, apps…

Esta característica táctil permite llevar a cabo toda clase de acciones como si se estuviese ante una gran pantalla. Así, es posible seguir las explicaciones de una aplicación de recetas, sin que importe que se derrame algún líquido o producto sobre la mesa en la que se proyecta. O dibujar en cualquier lugar sin manchar nada, utilizando solo un dedo como tiza o rotulador. Incluso se puede jugar a títulos como Fruit Ninja, tanto de forma individual como contra un contrincante.

Esta experiencia hace que cambie completamente la perspectiva del dispositivo. Y es que lo hace participativo y accesible para cualquier tipo de persona. No es un móvil o una tableta de dimensiones limitadas para interactuar con él, es un dispositivo para reunirse frente a él. Un concepto de lo más interesante.

Como los proyectores portátiles vistos hasta la fecha, este producto de Sony no sorprende por la definición de imagen, el brillo conseguido o la representación de los colores. Al fin y al cabo, en la calidad final de la imagen proyectada tiene mucho que ver la superficie sobre la que se muestra. A favor de este proyector hay que decir que detecta la superficie para adecuar la perspectiva de la imagen proyectada. Algo que adapta el contenido a la forma y entorno donde se coloca. Sin embargo, para sacar el máximo partido hay que estar al menos en tinieblas.

La imagen proyectada cuenta con una resolución máxima de 720 píxeles. Todo ello en una proporción 23 pulgadas, aunque es posible ampliar este tamaño alejando el proyector de la superficie. Claro que esto hace que pierda calidad la imagen y, sobre todo, la característica táctil.

Su respuesta táctil es posible gracias a la combinación de la tecnología de IR y su cámara incorporada. Así puede registrar movimientos a 60 cuadros por segundo para saber dónde se pulsa y hacia dónde se mueven los dedos.

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