25 mayo 2017

Surge el tecnoestrés

Ser o no ser un adicto a la tecnología puede derivar en un problema común: el tecnoestrés.

El término se refiere a una "enfermedad de adaptación, el impacto negativo que tiene el uso de las tecnologías en una persona", aseguró en entrevista con Efe Juana Patlán, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Este trastorno se presenta en todas las personas que por su trabajo o actividades cotidianas están en contacto con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

"En realidad el uso de las TIC por sí mismo no genera tecnoestrés. Son muchos factores los que intervienen, pues hay personas que no tienen habilidades para manejarlas, no tienen buena capacitación y eso influye en su personalidad, autoestima y autoeficacia", explicó la especialista.

De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, alrededor del 52 por ciento de los usuarios de Internet en el planeta padece algún tipo de conducta adictiva relacionada al uso de dispositivos tecnológicos o a los hábitos de uso de Internet y redes sociales.

En México, la Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM) estima que 2 por ciento de la población entre 11 y 18 años es adicta a la tecnología.

"Es una cifra relativamente baja al compararla con otros países como Estados Unidos en donde la proporción puede llegar al 40 por ciento, o Taiwán donde el 80 por ciento de los jóvenes presenta esta adicción, pero aún así es un porcentaje que debe preocupar ya que hace apenas dos años era de 0,5 por ciento", señaló Delia Hinojosa, presidenta de la APM.

Síntomas

Ansiedad, cansancio, dolores de cabeza, fatiga mental y física, dolores musculares, temor, aburrimiento, aislamiento y conductas agresivas o negativas hacia los demás, son los síntomas del tecnoestrés, señaló Patlán.

La profesora universitaria explicó que las personas que usan las tecnologías se pueden clasificar en cinco grupos: aquellas que las usan sólo lo necesario, las que las aceptan y adaptan a las necesidades, las que realmente disfrutan trabajar con ellas, las que han creado una dependencia con las TIC y aquellas que se resisten y las rechazan totalmente.

"Estos tres últimos grupos son los más afectados por el tecnoestrés", admitió la especialista.

Del mismo modo, Patlán detalló que el ritmo laboral actual ha potenciado el tecnoestrés, "la carga de trabajo, la presión de tiempo, el control que se tiene a través de las TIC, detonan esta situación".

Además apuntó que del uso de las TIC se han derivado otros padecimientos, como el síndrome de fatiga informativa, ocasionado por la sobrecarga informática y el manejo excesivo de información, y la tecnofobia, que se caracteriza por tener miedo o ansiedad hacia las tecnologías, resistencia a su uso y pensamientos hostiles y agresivos hacia las mismas. Igualmente, hay quienes quieren estar al día en cuanto a los avances tecnológicos y presentan tecnoadicción.

Ante todo esto, la especialista consideró necesario trabajar las habilidades de organización y administración del tiempo. "El autocontrol también es importante para que una persona conozca sus habilidades en el manejo de las TIC y las emplee adecuadamente sin generar resistencias o adicciones", apuntó.

En tanto, las empresas deben capacitar adecuadamente a sus empleados en el manejo de estas tecnologías y aprovechar las habilidades de cada uno en el uso de las mismas; además, debe evitarse el trabajo rutinario y fomentarse la realización de actividades en equipo para evitar el aislamiento, concluyó.

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