La “caja tonta” es cada vez más inteligente. Internet ha 
venido para cambiarlo todo. Los televisores viven actualmente en un 
contexto de cambio, en parte gracias a nuevos materiales y resoluciones 
superiores (lo más avanzado es la Ultra Alta Definición o 4K). Pero el 
mercado es amplio y cada fabricante trabaja con su propia tecnología, lo
 que obliga al consumidor a tener presente las novedades de las últimas 
tecnologías.
El rey de los electrodomésticos se encuentra en una 
época dorada. Con sus diferencias y similitudes, cuando vemos aquello de
 LED, OLED, LCD nos preguntamos, muchas veces, qué será y si es mejor o 
peor un modelo que otro. Cada tecnología tiene sus propios beneficios y 
fallas.
PLASMA La tecnología de este tipo de televisores, 
normalmente de gran formato, consiste en dos cristales que albergan una 
serie de celdas diminutas colocadas entre dos paneles de cristal que, a 
su vez, contienen una mezcla de gases noble. Al estimularlo por 
electricidad se convierte en el denominado “plasma”. Esto es una 
sustancia fluorescente con capacidad de emitir luz y que, en su momento,
 supuso una gran revolución.
A su favor se encuentra la gran 
calidad de imagen, tanto en oscuridad como en brillos y está pensado, 
sobre todo, para la proyección de contenidos cinematográficos. Ahí es 
donde se hace fuerte y demuestra su potencial. Así, el nivel de negro y 
el contraste es superior al resto.
 
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