11 abril 2011

Claudia Muñoz Reyes: « El uso de la tecnología móvil puede incentivar el pensamiento crítico »

Estuvo en Santa Cruz en marzo para presentar un proyecto de la Universidad de Stanford. Claudia Muñoz Reyes es una boliviana experta en desarrollo internacional y tecnologías para la educación. Actualmente dirige en América Latina el Programa Global Seeds of empowerment, de la Universidad de Stanford. Estudió Ciencias Sociales e hizo una maestría en Gestión y Políticas Públicas, otra en Gerencia de Proyectos de Desarrollo y una más en Comunicación Estratégica. Con esa formación y una experiencia de más de 18 años en agencias de cooperación internacional en países en desarrollo, está lista para llegar a su país natal con un proyecto novedoso.


- ¿De qué se trata el proyecto que presentó en Santa Cruz hace una semana?
- No se trata de un proyecto meramente tecnológico, ni solo de equipamiento de infraestructura tecnológica en las escuelas. No, eso es lo de menos... Se trata de generar y fortalecer recursos humanos y contenidos pertinentes a la currícula escolar con adaptación cultural al país, utilizando tecnología móvil de punta para mejorar la calidad de educación y el mejor acceso a ella en lugares remotos. Se trata de empoderar a comunidades rurales en sus mejores capacidades para el desarrollo local.


- ¿De dónde surge la idea de llevar a cabo este programa?
- El Programa Global de la Universidad de Stanford, denominado Programable Open Mobile Internet (POMI 2020), que, traducido, quiere decir Internet Móvil Abierta y Programable 2020, con su brazo social Seeds of empowerment (Semillas de empoderamiento) y el proyecto para trabajar en escuelas llamado Smile (Stanford Mobile Interactive Learning Environment), que en español sería Entorno de Aprendizaje Interactivo Móvil de Stanford, es un proyecto de investigación. El principal objetivo es la generación de capacidades locales y consiste en aprovechar los últimos avances en tecnologías móviles (ej: los smartphones - Android tablets) para incentivar el pensamiento crítico y analítico, la creatividad, la lecto-escritura y la actitud científica en niños y jóvenes que no tienen oportunidades de recibir una buena calidad de educación y no están expuestos al vertiginoso mundo digital de hoy.


- ¿Tienen algunos logros que se puedan citar?
- Hemos tenido muy interesantes resultados recientes en niños y jóvenes novidentes, con aplicaciones audiocognitvas. Nuestras últimas investigaciones en la India y Malasia nos han mostrado resultados pedagógicos y cognitivos sorprendentes.


- ¿Cómo eligen los países o lugares donde se puede aplicar esta modalidad?
- El Programa de Investigación de la Universidad de Stanford POMI 2020 y Seeds of empowerment comenzaron su trabajo hace cuatro años. El proyecto específico Smile, como un innovador del Entorno de Aprendizaje Interactivo Móvil, comenzó el año pasado y trabaja actualmente en países en desarrollo de cuatro continentes: Africa Subsahariana, Medio Oriente, Asia y América Latina. Los países con mayores logros y más avanzados en el programa son Malasia y la India. En América Latina comenzamos el año pasado con proyectos pilotos en México, Costa Rica, El Salvador, República Dominicana, Argentina y Uruguay. Este año se piensa iniciar experiencias piloto en Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Colombia. Los países se los elige por índices de pobreza y desarrollo humano, pero también es muy importante contar con el compromiso firme de los socios estratégicos, académicos y locales, que al final, son los motores del proyecto.


- ¿Qué realidad ha visto en Bolivia en la corta visita previa al inicio de un proyecto piloto?
- En Bolivia hay grandes necesidades de mejorar la calidad y el acceso a la educación. Si bien tenemos un alto porcentaje de niños que ingresan a primero de primaria en escuelas fiscales cada año (cerca del 97% en urbes), no todos ellos terminan el octavo de primaria por diversas razones y muchos menos logran graduarse de la secundaria. Esta situación es similar en muchos países de la región y en el mundo en desarrollo en general. Por eso es interesante ver como una opción más la aplicación de tecnologías móviles que sirvan de incentivo al pensamiento crítico y el trabajo colaborativo.


Por otro lado, también he visto en Bolivia actualmente un gran interés, buena predisposición y voluntad de instituciones públicas, privadas y académicas por llevar adelante este innovador proyecto en su fase piloto, que considero se debe a dos razones fundamentales: uno, porque es un tema sumamente innovador por el uso de las tecnologías móviles, que nunca antes se ha dado en Bolivia, y en segundo lugar, por la pertinencia y los grandes beneficios que puede generar este proyecto en las poblaciones más vulnerables y desfavorecidas del país en servicio de la educación y el desarrollo comunitario tanto en áreas rurales como en áreas urbanas.


-¿Es suficiente para impulsar el desarrollo y la visión analítica?
- Este es un programa de investigación principalmente, y como tal, el seguimiento y evaluaciones que se hacen en Stanford son muy rigurosos, lo cual nos ha permitido realizar varias publicaciones de los resultados y hallazgos interesantes que se han tenido hasta la fecha. El líder de este programa es el renombrado profesor Dr. Paul Kim, jefe de Tecnología y vicedecano de la Facultad de Educación de la Universidad de Stanford, muy conocido actualmente como el ‘gurú’ de las tecnologías móviles al servicio de la educación.
Como ejemplo de nuestros resultados probados está que la curva de aprendizaje en los niños, utilizando este dispositivo móv

il, llega a su punto más alto cuando los niños trabajan 3x1, es decir, 3 niños por cada dispositivo móvil. Esto se da gracias a la interacción entre pares y al trabajo colaborativo que desarrollan los niños utilizando esta tecnología móvil.


Otro resultado interesante es saber que niños que no han tenido exposición al vertiginoso mundo digital de hoy, niños que nunca han visto ni siquiera una TV, hoy pueden manejar las aplicaciones interactivas, ya sea en formato de juegos o de dinámicas en el aula, que incentivan el pensamiento crítico y reflexivo, así como la creatividad en los niños y jóvenes.


- El proyecto es de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Stanford, pero ¿quiénes quedan a cargo de la aplicación del mismo?


- Nuestro modelo de sostenibilidad para implantar el proyecto en países en desarrollo es muy flexible, pero por lo general tenemos un modelo de tres niveles de sociedad. Primero, el socio estratégico: por lo general es el Ministerio de Educación, o Ciencia y Tecnología, a quienes nos acercamos en primera instancia, por ser las cabezas de sector. Con ellos, por lo general, se definen las áreas geográficas estratégicas a intervenir, si se quiere implantar en escuelas rurales o en colegios urbanos, y también el tema de la pertinencia curricular en los contenidos a ser brindados.


En segundo lugar interviene el socio académico. Por lo general es una universidad, o un instituto tecnológico, o un instituto de capacitación, que tiene que tener dos capacidades fundamentales: contextualizar los contenidos a la pertinencia curricular y cultural del país y programar en software libre las aplicaciones para dispositivos móviles.


Lo interesante que sea una universidad es que los estudiantes de últimos años puedan también hacer sus prácticas en el mismo proyecto, e involucrarse desde el principio, para que en el futuro el proyecto sea sostenible.


En tercer lugar, interviene el socio local: por lo general es una ONG, una fundación, un municipio, un centro comunitario o una escuela, que hace el seguimiento a los maestros y al avance que tienen los niños, a través de reportes periódicos que nos hacen llegar.
De todas maneras, nosotros como Universidad de Stanford damos una serie de capacitaciones al inicio del proyecto piloto, y luego asistencia técnica y un acompañamiento muy cercano. La idea es brindarles nuestro asesoramiento a lo largo de dos años, y luego queda ya la capacidad instalada en el país.


- ¿Con qué socios puede funcionar este programa en Bolivia?
- Eso no está definido todavía en Bolivia, pero hemos tenido muy buena acogida de varias instituciones públicas, privadas y académicas en este primer acercamiento. De hecho, mi visita a Santa Cruz fue posible gracias a Cognos, quienes con su vasta experiencia en desarrollo de contenidos educativos se interesaron mucho en el proyecto desde un principio.


También nos apoyó y colaboró la Fundación Trabajo y Empresa, que creyeron en este innovador programa en servicio del desarrollo local.
Como usted sabe, la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA) también manifestó su interés de apoyar el proyecto, incluso se brindó para ser sede del simposio Hacia un mundo más inclusivo: las tecnologías móviles al servicio de la educación y el desarrollo local, que se realizó el 22 de marzo.


En esa ocasión, también contamos con la participación de la Secretaría de Desarrollo Humano de la Gobernación de Santa Cruz y de Entel, instituciones que manifestaron su interés en el proyecto.
Esperamos poder contar con el apoyo de una empresa de telefonía móvil para poder conseguir los equipos para poder implantar el proyecto piloto en Bolivia, y ojalá no solo sea una estrategia más de responsabilidad social empresarial, sino que también lo vean como una clara inversión en materia de educación y desarrollo local en Bolivia.

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