26 junio 2012

Las pizarras se meten en la computadora

Entre las múltiples herramientas abiertas que se pueden encontrar en la web, están las pizarras virtuales colaborativas. Son un genial recurso para dibujar y realizar esquemas desde cualquier sitio, para acceder a los gráficos ya comenzados, publicarlos e incluso para proponer espacios compartidos de trabajo. La mayoría de ellas tiene características comunes: permiten guardar el resultado, invitar a otros usuarios a verlo o participar de la edición, chatear en tiempo real mediante texto y videoconferencia y dibujar o escribir. Una asesora en educación, Elizabeth Gonzales, brindó tres ejemplos de estas herramientas.

Scriblink. Es una de las opciones más accesibles entre las pizarras virtuales compartidas. Basta con acceder, sin necesidad de registrarse, y comenzar a bosquejar nuestro borrador, podemos invitar a otros usuarios vía la opción "email" o "share".

Además de formas y esquemas, Scriblink también permite incluir textos y tiene una opción singular: un gestor de fórmulas matemáticas, lo que posibilita la inclusión de ejercicios algebraicos y ecuaciones.

Scribblar. Es necesario registrarse, abriéndose una cuenta gratuita, haciendo clic en "Sign up". De esta forma, no solamente la empresa que gestiona el servicio podrá contar con algunos datos de sus usuarios, sino que ellos mismos tendrán un espacio en el cual se puedan abrir diversos "rooms" (clases) -que pueden estar clasificados por temas o por grupos de actividades, por ejemplo-. Esta pizarra permite subir múltiples imágenes, incluso añadir documentos PDF a la pantalla compartida.

Google Docs - Google Drawings. Las posibilidades de Drawings son quizás tan completas como las de Scribblar, si bien, en lugar de "abrir una sala" para compartir, lo que se abre es un documento colaborativo y se selecciona a los usuarios a los que se permitirá editar, el concepto es el mismo. Para realizar un boceto individual o grupal, tomar notas o improvisar un mapa conceptual, Gdrawings brinda la ventaja de que el archivo quedará guardado dentro de la cuenta habitual de Gdocs (esto puede ser muy importante para quienes lo utilizan con frecuencia).

La única diferencia que se podrá notar de momento es que la videoconferencia no está integrada en el doc de Google.


Se puede trabajar sin necesidad de programar el tiempo

Según Elizabeth Gonzales, docente e investigadora en Educación, dentro de procesos formativos a distancia o en presenciales apoyados en TIC's "cada vez tengo menos confianza en las posibilidades que nos ofrecen las herramientas síncronas". Esto no quiere decir que un chat con objetivos marcados o una videoconferencia bien montada no sean herramientas que puedan aportar mucho a un proceso formativo, "lo que ocurre es que casi en la mayoría de los casos podremos encontrar alternativas con el mismo valor pedagógico pero que no requieran de que tengamos que quedar a una hora específica, que casi nunca viene bien a nadie", señaló Gonzales.

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