17 mayo 2017

En Bolivia hay casi 7 MM de conexiones a Internet



Son las tres de la madrugada y en el pequeño departamento donde viven Vanesa y Fidel no se escucha el silencio desde las de la noche del día anterior. Andrea, su pequeña hija de 9 meses no para de llorar y de rato en rato vomita, lo que pone más nerviosos y preocupados a sus padres, que viendo toda esa escena, no saben qué hacer.

El médico de cabecera de su hija no responde a sus desesperadas llamadas telefónicas, no tienen otras referencias de médicos y ambos se rehúsan a ir al hospital por malas experiencias que tuvieron sus conocidos y familiares.
Atormentada por la situación, Vanesa atina a consultar a un grupo de padres que se encuentra en línea por What’s app y rápidamente recibe varias respuestas a sus súplicas. Se trata de tips para evitar inmediatamente los vómitos, números de otros pediatras disponibles a esa hora y hasta direcciones de clínicas en las que hay médicos de turno para niños.
En otra situación, Marcelo está a punto de cumplir dos años de novio con Amanda y quiere que esa ocasión quede en la memoria de su enamorada para toda su vida, por lo que quiere cantarle al oído una canción que le encanta a su pareja. Sin embargo, lamentablemente para él, no sabe muy bien ni la letra ni los acordes en guitarra para podérsela dedicar.
Por eso y antes de que llegue el gran día, él se puso como meta aprender a tocar en guitarra la canción y saber de memoria la letra de la misma. Así, acompañado de su teléfono celular practica todas las tardes la canción, en el afán de poder demostrarle a Amanda cuanto la ama.
“Más bien encontré los acordes en Internet y la letra”, afirma. A eso aprovecha que está conectado, porque hay programas que le permiten aquello. Espera que su plan salga bien y que su pequeña “serenata” consolide más el amor entre ambos.
Ximena cuenta que es una fanática de la cocina y que una de las actividades que más le gusta hacer es cocinar. Relata que aprendió sus mejores trucos de su madre, quien desde pequeña le inculcó el gusto por el arte culinario.
Sin embargo, dice que llegó un momento en el que vio que sus conocimientos en la cocina eran muy limitados y que no pasaba de la comida típica, por lo que quiso probar nuevas recetas, nuevos platos y nuevas opciones. La única y mejor solución que pilló en aquel entonces fue buscar en el Internet y ahí encontró la respuesta a sus problemas.
“De los guisos y los picantes no pasaba, hasta que un día me cansé y parece que mi pareja también pero no me decía nada. Entonces hice la prueba entrando a Google y puse recetas de comidas internacionales y me salió de todo, con decirte que hasta video de las preparaciones había. Así que desde ese entonces sigo a muchos chefs del mundo y ya puedo preparar platos nacionales e internacionales sin ningún problema”, cuenta.
Así como Vanesa, Fidel, Marcelo y Ximena, cuatro personas tarijeñas a las que el Internet les ayudó bastante a solucionar sus problemas, hay muchos otros, sobre todo adolescentes y jóvenes, a los que la red les ayuda sobre todo a entretenerse. Que es el uso que confiesan le dan a esta herramienta.

Las cifras en Bolivia
Así, el uso del Internet en Bolivia se hace cada vez más popular y su alcance se extiende. Según una encuesta a los hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2015 se tiene que un 40% de la población urbana-rural en el país usa el Internet de manera continua. Según un reporte de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transporte (ATT), el Estado Plurinacional de Bolivia alcanza un total de 6.880.719 conexiones de Internet a Diciembre de 2016.
Mientras que según Captura Consulting, el 56% de la población boliviana que vive en las ciudades del eje se conecta regularmente. Sobre las cifras reales y actuales, la Agencia de Gobierno Electrónico (Agetic) anunció que hará público el 17 de mayo los primeros resultados de la encuesta nacional que aplicó a finales del 2016. Se estima que muy probablemente ese porcentaje
El mismo documento de la empresa privada agrega que 3 millones de bolivianos son digitales y que el Internet es el medio que crece 6 veces más rápido que otros medios de comunicación.
A nivel departamental, según el INE, Santa Cruz encabeza el ranking de conectividad, en 2014 registró un total de 1,6 millones de conexiones, por encima de La Paz, con 1,3 millones y Cochabamba con 855 mil. Tarija ocupa el cuarto lugar a nivel nacional con 272 mil conexiones, por encima de Oruro que tiene 243 mil.
Otro de los datos que parece más que llamativo es que el acceso a Internet en Bolivia mantiene la característica de ser el más lento y caro de Sudamérica. Según la Autoridad de Regulación de la ATT, el 75% del millón de conexiones a Internet no supera los 0.256 mbps de velocidad; inclusive, las empresas han reconocido que su oferta comercial de telefonía 4G no cumple con los estándares mínimos internacionales que establece velocidades entre 5 y 60 mbps, las velocidades de la oferta comercial 4G en Bolivia, no llegan a los 2 mbps, caracterizados por el “mejor esfuerzo”, eufemismo que no garantiza la velocidad contratada e incluso prevé la desconexión.

Historia e inicios
del Internet en Bolivia
La historia de Internet en Bolivia inicia con el establecimiento de las primeras redes en comunicación a fines de la década de los 80, el avance tecnológico desemboca en el uso del teléfono para la transmisión de datos. La constitución de BolNet dio luz al envió de los primeros correos electrónicos en Bolivia y fue primordial para que en 1993 se lograra la conexión a Internet las 24 horas del día. Uno de los hitos importantes es que en el año 1996 se inicia con el servicio de registro de dominios .bo
A fines de los 90 se realiza el diseñó del sitio web www.nic.bo para la administración de dominios .bo en Internet. En el año 2002, en la historia de Internet en Bolivia, es importante destacar la creación de la Agencia para el Desarrollo de la Sociedad de la Información en Bolivia – ADSIB oficialmente reconocido como el registrador de dominios de Internet en Bolivia.
Casi la mitad del mundo
El acceso a Internet ha ido aumentando de forma paulatina en los últimos años gracias a la llegada de los smartphones o teléfonos inteligentes, lo que ha permitido que millones de personas en todo el planeta accedan a la “red de redes”.
Hasta marzo de 2016 la población mundial estaba fijada en 7,4 mil millones de personas, de las cuales 3,17 mil millones tenían acceso a Internet, es decir casi la mitad de la población mundial, según datos divulgados por la consultora Brandwatch.
El informe Cisco Visual Networking Index (VNI) Complete Forecast for 2015 to 2020, lanzado en junio del año pasado señala que esta cifra crecerá de forma exponencial en los próximos años: en 2020 habrá cerca de 4.100 millones de usuarios de Internet, el 52% de la población mundial prevista: 7.800 millones de habitantes según la ONU.
En 2020 habrá 26.300 millones de dispositivos conectados (3,4 por cada habitante del planeta), frente a los 16.300 millones contabilizados en 2015 (2,2 dispositivos per cápita), según cita el mismo informe.

Análisis
Para Eliana Quiroz, columnista nacional sobre tecnología, pareciera que este año algunas cosas mejoran en la infraestructura de telecomunicaciones, aunque aclara que sólo eso. Revela que se ve avances en la implementación de firma digital, una plataforma de pagos en línea que incluye servicios más populares similares a las tarjetas de débito y Tigo Money; la oferta de servicios de fibra óptica de conexión a Internet, entre otros, promueven el desarrollo de negocios digitales, servicios públicos y privados, y dinámicas sociales y políticas inclusivas.
“Sin embargo, estamos aún muy lejos de los grandes centros tecnológicos como San Francisco, Shangai, Beijing o Boston, donde se están desarrollando los adelantos en robótica, nanotecnología y biotecnología. Estamos lejos de desarrollar e implementar inteligencia artificial, Internet de las cosas, tecnología blockchain, machine learning (o aprendizaje automático), realidad virtual y aumentada o procesamiento de big data, por citar algunas tendencias digitales globales. Ni siquiera tenemos iniciativas de desarrollo de contenidos, a lo Netflix, por ejemplo, sean educativos, de entretenimiento u otros”, dice.
Quiroz recuerda que existe un plan de ciencia, tecnología e innovación desde el 2013 elaborado por el Ministerio de Educación, sin embargo dice que poco se hizo para ejecutarlo. “Si el norte de política pública es la soberanía tecnológica, una política de desarrollo científico, tecnológico y de innovación es imprescindible, está en la base”, finaliza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario