01 septiembre 2015

Mayor acceso a tecnología revela desigualdades entre internautas



El mayor acceso a internet en Bolivia ha revelado nuevas desigualdades socioeconómicas y generacionales entre los usuarios del servicio, que se reflejan principalmente en la intensidad de navegación en la red y la capacidad de aprovechamiento de la información disponible en ella.

Datos de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) dan cuenta de que en la última década el número de conexiones a internet se incrementó de 169.482 a 4,98 millones, es decir, la penetración hasta 2014 llegó al 46,3% de la población, que asciende a 10,7 millones de habitantes.

Una reciente investigación con información a 2015 del estudioso y asesor de agencias de Naciones Unidas Armando Ortuño muestra que “más del 50% de la población adulta del país ha tenido alguna experiencia con el internet”; el 16% lo usa diariamente, otro 16% varias veces a la semana, 7% algunas veces al mes y 13% de tiempo en tiempo.

“Estudios anteriores sobre las desigualdades en internet tomaban en cuenta principalmente el acceso al servicio. Ese escenario ha cambiado radicalmente en los últimos dos años (...) gracias al celular. Algunas de las viejas desigualdades persisten, pero está apareciendo un nuevo entorno de desigualdades” digitales que tienen que ver “sobre todo con las capacidades que deben tener las personas para utilizar esas tecnologías”.

Los resultados de la investigación de Ortuño, que se presentarán oficialmente en las próximas semanas, indican que el 22% de los usuarios que navegan en internet al menos una vez por semana lo hace solo a través de su teléfono móvil, el 18% por computadora en lugar público y celular, 17% por PC en hogar y teléfono móvil, 21% por computadora en lugar público y 21% por PC en hogar.

“Con la inversión pública y privada en infraestructura el acceso a la tecnología empieza a ser secundario y, por lo tanto, para ser un usuario del servicio ya no es tan determinante el hecho de estar en un lugar con acceso” a la red informática. Hoy, “la intensidad de uso es clave para entender las nuevas desigualdades socioeconómica y generacionales”, subraya el experto, quien colabora también con el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de la Vicepresidencia de Bolivia.

En términos simples, agrega, “ricos y jóvenes utilizan cada vez más el internet con mayor intensidad, mientras el resto de la sociedad se va quedando en niveles algo más moderados o bajos de uso del servicio”.

Las personas que en este tiempo usan la red informática con mayor intensidad no están “cuidando sus megas para no gastarlos” porque tienen un “mejor nivel de conectividad”, explica la coordinadora de Internet y Sociedad del CIS, Eliana Quiroz.

El estudio revela de que casi el 77% de la gente que usa internet por computadora en el hogar y celular lo hace diariamente, algo que ocurre solo en el 36% de los casos de quienes acceden al servicio a través de cafés internet públicos o privados.

“Cada uno de estos segmentos tiene usuarios por clase social. Los que usan computadora en lugar público son en su mayoría pobres y de edad media; los que utilizan computadora en lugar público y celular son sobre todo jóvenes pobres de sectores populares; y los que usan computadora en hogar y celular son principalmente clases medias y clases medias altas”, afirma el especialista.

Todas estas desigualdades surgen en una sociedad que tiene una conexión principalmente móvil que en principio fue inclusiva. “En los últimos dos años, el acceso de los pobres a internet se debe en gran medida al celular”, dice Ortuño.

La ATT informó en marzo que el 96,05% de las conexiones en Bolivia corresponde a teléfonos móviles de las tecnologías 2G, 3G y 4G. “La mejora en la penetración del internet móvil se explica en gran medida por la existencia de planes con límites de descarga o planes de uso que permiten utilizarlos en función a la capacidad adquisitiva del usuario”, según un informe del ente regulador

De todos estos datos, Ortuño saca dos conclusiones: “Todos los bolivianos estamos convergiendo hacia un uso de baja intensidad y con grandes desigualdades; y están apareciendo segmentos sociales de uso intensivo y complejo del servicio”.

“El actual uso del internet en Bolivia es básicamente una experiencia privada y ése es un grave problema, porque solo una experiencia pública es la que puede generar las capacidades y la apropiación para que esas desigualdades se reduzcan. Si dejamos que el mercado, la industria de las telecomunicaciones y el interés individual manejen la experiencia del uso de internet, estas disparidades cada vez van a ser más fuertes en los próximos años”, manifiesta.


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