10 junio 2015

Robots "transformers" triunfan

Tres humanoides fueron premiados por sus destrezas con un total de 3,5 millones de dólares. El robot surcoreano DRC-Hubo, del equipo Kaist, ganó el primer premio de la competencia Darpa Robotics Challengue (DRC) llevándose dos millones de dólares. El segundo lugar, con un millón de dólares fue para el equipo IMHC Robotics de Florida y el tercer premio de 500.000 dólares se lo ganó el equipo Tartan Rescue de Pittsburgh.

La competencia contó con 24 equipos que tenían que demostrar lo que era capaz de hacer su robot con forma humana, debiendo completar una serie de tareas "simples" para alcanzar el gran premio.

Así, robots creados en seis países (12 de Estados Unidos, cinco de Japón, tres de Corea del Sur, dos de Alemania e Italia y China uno cada uno), compitieron demostrando sus destrezas para ayudar a atender desastres naturales o catástrofes ambientales

El concurso se realizó el pasado viernes y sábado en Pomona (California, EEUU) y fue organizado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para la Defensa (Darpa), que dirige los programas de investigación de punta para el Departamento de Defensa estadounidense.

El propósito es concentrar como los robots pueden ayudar a atender desastres humanitarios. "Hay muchos casos en los que te gustaría enviar robots a los lugares que son muy peligrosos para que vayan los humanos", explica Brad Tousley, uno de los responsables de la Darpa, citando casos como el desastre en el reactor nuclear de Fukushima, así como terremotos o epidemias como el ébola.

Pruebas

La competición Darpa enfrentó una serie de tareas complicadas dentro de una pista de obstáculos al aire libre: conducir y bajarse de un carrito de golf; hacer girar una válvula; tirar de una palanca o quitar y volver a colocar un tapón; escalar o trasladar una pila de escombros; operar un taladro, abrir una puerta, subir escaleras y andar por una superficie irregular.

Todo en tan solo una hora.

El escenario hipotético del reto era un accidente en una planta nuclear, un escenario inspirado en el desastre ocurrido en la planta Fukushima-Daiichi de Japón en 2011.

Mientras la realización de cualquiera de estas tareas resultaría bastante sencilla para un humano, la combinación precisa que requieren de sensación, planificación y desplazamiento hace que sean difíciles para los robots, incluso bajo el control de un operador humano que se ubica en un garaje a unos mil metros de distancia, publica el portal Technology review.

Durante el reto los equipos ganaron puntos por cada tarea completada con éxito y en el mejor tiempo posible.

El reto fue sorprendentemente emocionante para el público, a pesar de que para algunos robots sólo abrir una puerta les supuso muchos minutos. Varios robots se tropezaron e incluso cayeron mientras intentaban maniobras o manipulaciones complicadas, a veces sufriendo daños importantes en los sensores o extremidades. Cada caída fue acompañada de gritos ahogados del público, y sirvió como un doloroso recordatorio de cuán difícil sigue siendo para los robots trabajar en entornos humanos y caóticos, relata el portal.

Así, en la web se puede encontrar varios bloopers sobre la competencia, pues casi todos se caían o se congelaban perdiendo el equilibrio.

DRC- Hubo

El gran premio fue al equipo del Instituto Coreano de Ciencias y Tecnologías Avanzadas (Kaist, por sus siglas en inglés), de la ciudad Daejeon con el robot DRC-Hubo, un humanoide plateado de unos 90 kilos que consiguió ponerse en pie desde cuatro ruedas y subir varios escalones de metal con una serie de pasos lentos y titubeantes.

Mediante el uso de unas ruedas incorporadas en las rodillas, Hubo se puede transformar desde una forma humanoide en un vehículo de cuatro ruedas, lo que le confiere una estabilidad estática que permite deslizarse rápidamente en vez de tener que andar cuidadosamente sobre dos piernas.

"Mi robot tiene una característica muy singular se puede transformar", dijo el director del centro de investigaciones humanoides de KAIST y el inventor de Hubo, Jun Ho Oh a Technology review, al finalizar el concurso. "Puede andar de forma bípeda o rodar sobre las rodillas. Aprovechamos la capacidad de andar erguido cuando hace falta y en otras circunstancias la de rodar sobre ruedas".

Running Man

El robot que acabó en segundo lugar, fue una máquina potente con forma humanoide llamado Running Man que fue operado por un equipo del Instituto para la Cognición Artificial y Humana de Florida (IHMC, de sus siglas en inglés). El robot de IHMC fue uno de varios robots idénticos fabricados por Boston Dynamics, una empresa que fue adquirida por Google en 2013.

Chimp

El robots Chimp (Highly Intelligent Mobile Platform), de la Universidad Carnegie Mellon (CMU de sus siglas en inglés), que se llevó el tercer puesto, tiene cuatro patas pero también orugas de tanque, por lo que puede rodar a cuatro patas pero también puede erguirse sobre las patas traseras para realizar tareas de manipulación con una especie de manos robóticas incorporadas en las extremidades delanteras.

Adaptación

El éxito de Kaist refleja en parte el diseño del reto, mientras que disponer de piernas que permitan al robot escalar obstáculos podría ser de gran utilidad en un desastre real. "El jurado sigue deliberándolo", fue la respuesta de Gill Pratt, el jefe de proyecto de DARPA al mando del reto, cuando se le preguntó cuál de los dos enfoques era mejor. "La adaptación puede que sea lo más útil".

Un miembro del equipo compuesto por investigadores del Instituto Politécnico de Worcester y CMU, Chris Atkeson, dijo que "híbridos pata-rueda" serían preferibles en un entorno plano, hecho por el hombre. "Creo que veremos un espectro amplio (de robots), desde coches de ruedas hasta híbridos con ruedas y patas, hasta máquinas que aún incorporan ruedas pero donde las patas juegan el papel principal".

Momento más destacable

Para muchos robotistas en asistencia, el momento más destacable fue cuando el robot de CMU, Chimp, se cayó mientras intentaba pasar por una puerta pero consiguió levantarse. Ningún otro robot fue capaz de una hazaña así, y es algo que desde luego se requerirá en un escenario real de desastre. "Para ser un robot de desastres, el propio robot debe ser libre de desastres”, dijo Ho de KAIST. "Eso es lo que he aprendido aquí".

Premios como este de Darpa y el apoyo de grandes empresas y universidades hacen que la robótica tenga cada día más interés en todo el mundo. La meta sigue siendo crear robots capaces de hacer nuestro trabajo más fácil, quizá porque millones de personas se han influenciado tanto de la ciencia ficción de la segunda mitad del siglo XX que parece es la única meta posible de la robótica.

Lo que ahora se ve como complejos robots llenos de cables, lentos y torpes es el inicio de la revolución robótica.

Estamos lejos de alcanzar niveles como los super-robots de exitosa saga de los "Transformes": "Ha un largo camino por recorrer", admite Tousley. "Hay hechos y hay ficción. Hay mucha ficción que dice que los robots son más capaces de lo que realmente son", agrega.

3,5 MILLONES

Tareas simples se convirtieron en serios desafíos para algunos robots, que cayeron una y otra vez en la competencia que premió con 3,5 millones de dólares a los equipos de Corea del Sur y EEUU.

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