10 septiembre 2014

JIBO, EL ROBOT FAMILIAR MÁS SOFISTICADO

Es capaz de hablar y recordarle las tareas pendientes, tomar fotografías, leer cuentos a los niños, realizar videollamadas, entretener a la gente, mostrar imágenes en su pantalla, así como expresiones de alegría o tristeza y reconocer caras y objetos.

A simple vista Jibo es un robot más, como tantos otros, orientado al ámbito doméstico. Pero por sus habilidades y forma de interactuar con su entorno podría considerarse como uno más de la familia.

Jibo, elaborado por la especialista en robótica social Cynthia Breazea, mide 28 centímetros de altura y tiene una base de 15 centímetros. Su peso es de 2.7 kilos y está construido principalmente de plástico y aluminio junto a una pantalla táctil - de 5,7 pulgadas con una resolución de 1920×1080- . Aparentemente no llama mucho la atención, pero son sus funciones lo que la diferencian.

Por una parte dispone de una cámara incrustada en la pantalla que además de tomar fotografías y grabar vídeos le permite ver y reconocer caras. Por otra tiene micrófonos y altavoces que hacen posible que escuche y hable con un lenguaje bastante natural.

Pero no se limitan a esto sus habilidades. Jibo también es capaz de aprender de forma similar tal como lo hace Google Now gracias a la inteligencia artificial.

Todo esto en la práctica se traduce en multitud de tareas sorprendentes. Por ejemplo puede realizar fotos con tan solo decirle "Jibo, take a picture", hacer videoconferencias, recordar compromisos, reconocer a determinadas personas o mostrar en su panel instrucciones y animaciones didácticas, así como determinadas emociones al mismo tiempo que se expresa.

El cuerpo y la cara de Jibo son sencillos pero expresan emociones, y el robot responde a órdenes de voz simples. Por ejemplo, se le puede ordenar que grabe vídeos, reenvíe mensajes o que maneje aparatos domésticos inteligentes.

Jibo puede girar su cabeza 360º pero no tiene ruedas ni puede moverse de forma autónoma. Gracias a su poco peso está pensado para ser colocado en un lugar estratégico de la casa donde pueda interactuar con el resto de miembros de la familia.

También se puede transportar fácilmente a las habitaciones o la cocina, donde puede ser de gran ayuda sugiriendo por ejemplo tiempos de cocción o distintas recetas.

Este robot promete permitirnos experimentar la tecnología de una forma mucho más natural y hay motivos para creer que una interfaz de este tipo sería agradable y atractiva de usar.

Actualmente se encuentra en la página de crowdfundig Indiegogo, aunque a los pocos días de salir ya consiguió la financiación necesaria para convertirse en una realidad. Se puede reservar por 499 dólares y se espera que esté disponible a fines de 2015 o principios de 2016.

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