17 mayo 2013

Adolescentes pasan más tiempo en juegos de red

Gustavo tiene 15 años y es un estudiante de quinto de secundaria que usa gran parte de su tiempo en juegos de red. Durante la entrevista, no deja de jugar Dota ni pierde de vista a su "héroe". Espera, junto a seis amigos mayores que él, que comience la batalla.

"Antes de entrar, nos compramos sándwich, papas, refrescos y galletas; a veces un juego puede durar horas. Pero no hay problema porque, si es muy largo, a eso de las nueve siempre viene una señora trayendo trancapechos", señala Gustavo.

Añade que vive con su tía, ya que sus padres viajaron a España.

A pesar de ser el menor de todos los "gamers" (jugadores), es el más respetado, ya que, con su "level"(nivel) 19, su "héroe" tiene más hechizos y más fuerza que sus oponentes, lo que le llena de orgullo.

¿Por qué juegan?

"Quiero ser el mejor, siempre me retan y mucho me ganaban. Ahora casi no me ganan", comenta Gustavo.

Junto a Ernesto, de 13 años, otro adolescente que visita un popular centro de juegos cerca de la UMSS, forman equipos para enfrentar a los mayores. "Neto", como le dicen, aprendió a jugar gracias a la invitación de sus amigos hace dos años, y ahora es uno de los jugadores más experimentados.

No faltan a clases por el juego, pero aceptan que suelen mentir acerca del tiempo que juegan o dónde salen, aunque no tienen mayores problemas por el dinero, pues gastan su recreo para solventar sus partidas.

Cuando a veces les falta, Gustavo y Ernesto tienen una "cuenta" donde anotan la cantidad que deben y pagan en cuotas. Ernesto afirma que en alguna oportunidad llegaron a deber hasta 80 bolivianos y que tuvieron problemas para cancelar la deuda.

En días de clases, juegan entre una y dos horas; en cambio, los fines de semana, suelen hacerlo hasta cuatro horas.

¿Sienten que es un vicio? - Un poco, responden al unísono.

Aseguran que no han tenido mayores dificultades por jugar en red, aunque afirman haber visto a muchos de sus amigos robando dinero o vendiendo cosas para financiar una "doteada".

Pero no sólo usan internet para juegos, también utilizan el Facebook y otras herramientas, paralelamente a sus partidas virtuales para contactarse con sus familiares o amigos.

"Primero chateo con mi mamá", afirma Gustavo, "luego juego".

Sobre sus notas, ambos afirman que no son peor que el resto de sus compañeros, pero aceptan que pasan mucho tiempo pensando en el juego y que eso les quita concentración.

La entrevista dura poco, pues están en pleno combate.

- Tenemos que dotear, - dice Ernesto, a modo de despedida.

Muchos adolescentes pasan horas jugando en red y casi siempre a espaldas de sus padres o apoderados, debido al poco control familiar.



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