En un espacio de no más de cuatro por cuatro metros están instaladas seis máquinas; frente a ellas se encuentran jóvenes con la mirada fija, en silencio y con los ojos bien abiertos. Afuera, la polvareda, un promontorio de basura y el sol que cae en picada parecen mostrar dos caras de una misma moneda.
La presencia de espacios de internet y red en el área rural se incrementa de a poco, sin embargo los usuarios, que en su mayoría son jóvenes, no conocen todas las aplicaciones, pero con lo que saben se sienten contentos; ellos se limitan simplemente al consumo, según afirma el investigador y presidente ejecutivo de la Fundación Redes para el Desarrollo Sostenible, Eduardo Rojas.
Éste afirma que en el área rural el mundo de la tecnología ha generado muchos cambios significativos.
“Hasta hace cinco años existían poblaciones que no tenían electricidad en el área rural de La Paz, pero aprendieron a usar el teléfono móvil. Sin embargo, habían jóvenes que llevaban los celulares de toda la comunidad a cargar hasta el pueblo pagando el uso de los cortapicos o la energía eléctrica”, recordó.
Una vez que llegó la electrificación también llegó el teléfono móvil y rápidamente se instalaron– como consecuencia lógica– los ‘cibercafé’ o cafés internet. “Antes en los pueblos no había el acceso a internet, tenían que trasladar miles de kilómetros la fibra óptica para instalar un punto, ahora éstos son los grandes negocios en las poblaciones porque el internet se conecta a través de un modem inalámbrico”, explicó.
Empero, la preocupación del experto radica en que el acceso a la información genera un serio problema porque “los pobladores del área rural no están preparados para buscar y acceder a información útil para el desarrollo de su comunidad”.
“Por el momento, las tecnologías están consideradas como dispositivos de entretenimiento porque no hay una relación directa entre la gente, asimismo es necesario resaltar que hay una ausencia total del Estado en el uso del internet y no sólo en el área rural sino también a nivel urbano”, manifestó.
Rojas afirmó a EL DIARIO que “entre los usuarios del internet no existe una cultura de protección de equipos ni de información que se transmite”.
“La mayoría de las personas se dedica a hacer clic en descargar y nada más. Esa es la cultura en la que se están usando las tecnologías, los jóvenes no buscan información adecuada prefieren buscar entretenimiento”, reflexionó.
Otro de los conflictos bien marcados en el área rural es que no existe ninguna normativa a nivel rural, local o nacional para normar el uso de las tecnologías que por debajo hacen daño. En estos puntos de encuentro no respetan la información personal muchos “hackean” los datos.
“No hay normas básicas de mantenimiento de los equipos en los cibercafés, donde se prohíba el acceso de la pornografía, por ejemplo. Ese ingreso está siendo impulsado por las grandes tecnologías, pero tampoco hay guardias de seguridad que controlen los espacios como una alternativa”, señaló.
Asimismo, dijo que “en muchas regiones las autoridades no conocen la tecnología”, “son analfabetos tecnológicos, los padres de los jóvenes y los maestros también tienen miedo a someterse a ella; sin embargo los jóvenes que intentan conocerla la manejan mal, la pagan brindando sus datos personales”, aseguró.
“Si supieran cómo funciona la tecnología, las personas se darían cuenta de que muchos caen por inocentes en manos de consumidores de información basura”, exhortó.
El consumo de nuevas tecnologías sin duda es un bien imprescindible para la sociedad. En la actualidad nadie se imagina la vida sin televisión, radio, teléfono móvil y ahora tampoco se imagina la vida sin internet, esta necesidad es instaurada y tiene sus raíces en el sistema económico.
“Si en la actualidad no tienes un notebook, un celular de última generación no éstas ‘In’, estás ‘Out’, esa es la lógica que trae consigo la tecnología, aparentemente hace que no puedas obtener una mejor información y eso es absolutamente falso”, dijo.
DATOS
- Según datos de la Fundación Redes para el Desarrollo Sostenible:
- 10 de 10 estudiantes en áreas rurales desconocen métodos que les permitan encontrar información especializada y efectiva en Internet.
- 7 de cada 10 estudiantes se desvía en la búsqueda por navegación a ventanas emergentes.
- 10 de 10 desconocen buscadores alternativos a Google, Yahoo o Windows live.
- 7 de 10 estudiantes aceptan contactos desconocidos en Messenger o redes sociales.
- 3 de 10 concretan encuentros casuales.
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