25 julio 2012

ATT pone sus manos al fuego por las estaciones de base de telefonía móvil

Los parámetros de seguridad humana que rigen en Bolivia por emisión de radiación electromagnética son similares a los de países más desarrollados, es la evaluación de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) luego de realizar mediciones de telecomunicaciones en diferentes ciudades del país
Esas mediciones se realizaron de forma rutinaria por el ente regulador y, hasta la fecha no se detectó ninguna antena que sobrepase los límites máximos de emisiones, inclusive los resultados de la zona de Alpacoma de la ciudad de El Alto, que tiene la mayor concentración de antenas de todo el país, estuvieron muy por debajo de los límites de protección establecidos.
En días pasados, la ATT emprendió una campaña de medición de las emisiones en las ciudades de Cochabamba, Sucre, Santa Cruz y La Paz. El propósito fue verificar que las antenas que funcionan en Bolivia respeten los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los organismos especializados que delinean los parámetros de seguridad humana.
Representantes de la ATT explicaron en conferencia de prensa algunos aspectos de la normativa vigente en el país, además de su rol como ente regulador del sector. Asimismo, esta iniciativa fue realizada junto a una campaña de educación.
"Las mediciones que realizamos tuvieron dos objetivos principales, el primero, verificar que las antenas de telecomunicaciones, entre ellas las de telefonía móvil, trabajan en potencias dentro los límites que garantizan la protección para la salud. El segundo objetivo, socializar la labor de la ATT como ente regulador del Estado cuya misión es fiscalizar que se respete la norma vigente en nuestro país. Los ciudadanos tienen el derecho de exigir que nuestra entidad realice mediciones de antenas a simple solicitud”, explicó el Ing. Walter Salinas, Director Departamental de Fiscalización y Control de la ATT.
La aparición de antenas en zonas residenciales suele venir acompañada de cierto recelo por parte de los vecinos, que en ocasiones se traduce en temor relativo a la salud. Por lo general estos temores son basados en rumores que acusan a las antenas de una serie de efectos nocivos para la salud.
Sin embargo, cabe señalar que en el país existe un estándar técnico que garantiza la inocuidad para las personas, cuyos parámetros se aplican de acuerdo a normas y estándares internacionales.
CONCLUSIONES DE LA PAZ

En los ocho sitios donde se realizaron las mediciones, se observaron que los valores medidos se encuentran por debajo del límite máximo permitido en el “Estándar Técnico sobre Límites de Exposición Humana a Campos electromagnéticos de Radiofrecuencias” establecido según Resolución Administrativa I 2002/0313.
En ese sentido, da cuenta que existen dos tipos de radiaciones comunes a las que las personas pueden estar expuestos: las ionizantes y las no ionizantes.
Las primeras se encuentran en aparatos de “rayos X”, tomógrafos y otros, que son susceptibles a traer problemas en la salud. Mientras que la radiación no ionizante es la utilizada en las telecomunicaciones y no hay pruebas que demuestren que produzcan efectos negativos en el ser humano.
La instalación de una gran cantidad de radiobases o antenas genera cierto grado de susceptibilidad por parte de algunos sectores. Sin embargo, un mayor número de antenas hace que la radiación emitida disminuya, mejorando al mismo tiempo la calidad del servicio.
La ATT afirma que se han realizado más de 1.500 investigaciones epidemiológicas, estadísticas y de células, y ninguna ha concluido que exista un efecto adverso a la salud a causa de la exposición de señales radioeléctricas emitidas por las antenas. Los límites de radiación fijados y sugeridos por la OMS son mucho menores que las cifras máximas que un ser humano puede resistir.

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