26 junio 2012

Michael Sayman, un genio de raíz boliviana que triunfa en Apple

Mariana y Michael, en Estados Unidos.
Para Michael Sayman, crear aplicaciones es una diversión. Y es que este joven de ascendencia boliviana supo como muy pocos convertir su pasión en un trabajo exitoso, tanto así que fue incorporado por la multinacional Apple, lo que le valió el título del “niño prodigio” de esta empresa que, con su aporte, logró posicionarse en el sexto lugar mundial entre las firmas con mayor venta de aplicaciones para diversos aparatos.

Aunque a sus ocho años ya estaba inmerso en la tecnología, Michael se metió de lleno en el mundo de las aplicaciones para iPhone e iPad a los 13 (ahora tiene 15), y su pasta de talentoso se notó de inmediato cuando desarrolló el juego online Club Penguin, que ya registra más de medio millón de descargas.

Sus padres, Miguel Sayman, boliviano, y María Cristina Gálvez, peruana, no pueden estar más orgullosos por los logros de su hijo. Enterarse de que su juego fue aceptado por la empresa de la manzana fue una gran sorpresa.

“No lo podíamos creer, era algo sorprendente incluso para mí. Todo pasó rapidísimo y fue algo increíble”, cuenta Miguel vía correo electrónico.

“Sé que con esto el mundo puede ver que, sin importar de dónde vengas ni cuántos años tengas, siempre se puede crear algo grande si pones el esfuerzo”, afirma a su vez el joven, por el mismo medio.

Después de diseñar su primer juego de adivinanzas y preguntas, Sayman no dejó de crear hasta sobrepasar la veintena de aplicaciones. Y es que ésta es ya parte de su vida y rutina, tanto así que en unos meses lanzará a la red dos juegos: City Jump y The Impossible 2. Además, está en proceso de realizar una aplicación de noticias y radio para Bolivia, de la cual reserva los detalles hasta que la tenga terminada. También piensa escribir un libro para enseñar a hacer aplicaciones para smartphones y tabletas de manera práctica y sencilla.

Como está claro, Michael toma muy en serio su trabajo. Sin horarios establecidos, cuando surge una idea en su mente, corre hacia su computadora para plasmarla y, posteriormente, mejorarla para presentarla a la empresa creada por Steve Jobs.

Su rutina

No obstante, también debe atender sus estudios en la Belen Jesuit Preparatory School, su escuela secundaria en Miami. Su talento e iniciativa, por supuesto, cambiaron su ritmo de vida, aumentando su responsabilidad y madurez.

Sus amigos y compañeros de curso son los primeros en probar sus aplicaciones antes de presentarlas a Apple, lo que le permite saber si sus ideas son efectivas o si debe mejorarlas, y es que -como confiesa con modestia- jamás pensó que su afición por las nuevas tecnologías le daría tanta fama en tan poco tiempo.

Su esfuerzo le ha valido ser entrevistado por la cadena internacional CNN y otras prestigiosas de Latinoamérica. “La fama es algo que nunca esperé que me pasara. Créeme, ¡no estaba en mis planes en absoluto! A pesar de que me ha impactado, estoy tan agradecido de que Dios me haya dado esta increíble oportunidad de conocer a tanta gente diferente de todo el mundo”, comenta.

Hace dos semanas visitó la ciudad de Santa Cruz por primera vez para dar una disertación a jóvenes del colegio Saint George y a estudiantes de la Universidad Privada Domingo Savio, sobre cómo su emprendimiento le permitió tener ingresos propios desde sus 13 años, compitiendo con desarrolladores de aplicaciones altamente experimentados. Antes ya dio varias charlas similares en Estados Unidos.

Aunque recibe el 70% de la venta de cada aplicación, lo que equivale a un promedio de 100 dólares diarios, Sayman considera que “el dinero es lo menos importante”.

Sin embargo, con las ganancias que genera a su corta edad tiene pensado ahorrar lo suficiente para solventar sus estudios en prestigiosas universidades de Estados Unidos, como MIT o Stanford, para cursar la carrera de ingeniería de sistemas o programación y negocios.

Pero el mundo de Michel no sólo gira alrededor de las aplicaciones. Fuera de esa faceta, él disfruta mucho de ir al cine los fines de semana con sus amigos y de jugar tenis en sus tiempos libres, además de compartir con su hermana menor, Mariana, quien lo admira y sigue de cerca sus pasos.

En un futuro, además, desea manejar su propia empresa y formar una familia, que para él es mucho más importante que tener “carros costosos o casas lujosas”.

Así es Michael Sayman, un joven sencillo y emprendedor que disfruta de lo que hace y que -con iniciativa y constancia- marca la diferencia y deja un gran ejemplo que debe ser seguido.

Michael Sayman
Nacimiento Michael Arthur Sayman Gálvez nació el 24 de agosto de 1996 en Miami, Estados Unidos.


Padres Miguel Sayman, su padre, es paceño y su madre, María Cristina Gálvez, nació en Lima. Se conocieron en EEUU, abrieron una pollería en Miami y desde entonces viven de ese negocio familiar.


Admiración Como no podría ser de otra manera, Michael admira a Steve Jobs, creador de Apple, porque “hizo las cosas simples y eficientes”.


Impresión Después de su primera visita a Bolivia, hace dos semanas, Michael se llevó una buena impresión del “ambiente y la gente”. Tiene pensado regresar, según estima, en septiembre.


Fracaso La primera aplicación que desarrolló fue rechazada por Apple, pero perseveró en su trabajo hasta que, en su segundo intento, logró gran éxito.

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